Gracias al suministro de agua dulce y a las tierras fértiles, Santa Brígida se convirtió en uno de los primeros municipios que colonizaran los castellanos.
Situado a 500 metros sobre el nivel del mar, esta hermosa villa de pintorescas callejuelas engalanadas de eucaliptos y balcones con flores es la zona residencial más exclusiva próxima a la capital, ya que posee numerosas villas de lujo de muchos estilos arquitectónicos. A principios del siglo XX, muchos residentes británicos adinerados construyeron sus casas de verano aquí para disfrutar de un clima más fresco y del aire puro, siendo aún uno de los lugares preferidos de los habitantes de Las Palmas para pasear.
En el casco antiguo se yergue la Iglesia de Santa Brígida, de estilo gótico y de tres naves. Anteriormente se habían construido dos más, hasta que esta tercera se construyera en 1904 en la ubicación original donde se situaba una capilla de 1524. Debido al crecimiento de la población, en 1697 la capilla se reemplazó por una iglesia, que fue destruida casi en su totalidad por un incendio en 1897, y de la que aún permanece en pie la torre de 1756.
