Desde la segunda mitad del siglo XIX, Gran Canaria comenzó a ganar popularidad en los círculos europeos por ser una atractiva base para pasar las vacaciones: un lugar especial para las personas que necesitan descansar. Las compañías navieras pronto se hicieron eco de este desarrollo y equiparon sus buques con camarotes para transportar a pasajeros. Las compañías fueron después las que construyeron los primeros hoteles de la isla, como ocurrió con el Hotel Santa Catalina (1890) en Las Palmas de Gran Canaria. De hecho, es el único hotel de los albores del turismo que aún sigue en activo.
En 1912, entró en vigor la Ley Constitutiva de los Cabildos Insulares y se plantaron las bases para el desarrollo de la industria turística y sus servicios. Ello condujo a que se pusieran en marcha numerosos proyectos de infraestructuras, como la construcción del aeropuerto, las presas y la red de carreteras generales. Durante la primera mitad del siglo XX, la 1ª y la 2ª Guerra Mundial y la Guerra Civil Española impidieron cualquier crecimiento ulterior. Ni siquiera la inauguración del entonces llamado Aeropuerto de Gando (el primero de la isla) en el año 1930 supuso el lanzamiento de la industria turística. Fue solo en 1957, cuando aterrizó un avión de la aerolínea sueca TSA con sus 54 asientos ocupados, que el turismo comenzó a surgir. Ese fue el primero de los numerosos vuelos charter que llegaron a la isla a partir de entonces.
Finalmente, a raíz del boom de los años 60, el turismo se convirtió en la principal fuente de ingresos de la isla, haciendo de Gran Canaria uno de los destinos turísticos más solicitados del mundo.
Hoy en día el turismo en la isla abarca playas, deportes acuáticos, Vida nocturna y parques recreativos, sobre todo en toda la zona sur. Es el lugar donde encontrará los parques acuáticos y temáticos, los centros comerciales, las discotecas y muchas horas de sol. Los turistas que vienen a las playas de arena y a las dunas han traído más riqueza a Gran Canaria que el cultivo del plátano en toda su historia, ya que creció de menos de cien visitantes al año al finales del siglo XIX a los 11 millones por año a comienzos del milenio presente.
El norte de la isla está más orientado al sector negocios, ya que posee todo tipo de instalaciones para organizar conferencias, seminarios y reuniones de negocios. También en esta zona encontrará la cosmopolita ciudad de Las Palmas, el centro financiero de la isla, y el animado Puerto de la Luz, uno de los más importantes de toda Europa. Las playas de arena de Las Canteras y Las Alcaravaneras, que flanquean la ciudad, atraen unos beneficios estables del turismo en esta zona noreste.
Y si desea huir de todo, Gran Canaria ofrece el destino perfecto para sus vacaciones. No es difícil apartarse de los lugares donde va todo el mundo cuando hay más de 300 km de caminos reales. El turismo rural ha ganado en popularidad gracias a la renovación y mejora de las instalaciones de las casas rurales, entre las que se incluyen casas – cueva, donde podrá estar lo más cerca de la naturaleza que puede estar un ser humano.
Nota:
Gran Canaria también atrae a cada vez más visitantes con nicho de mercado, que han surgido en los pasados años, como las vacaciones de golf o de wellness o el turismo rural, añadiendo más atractivos a este ya de por sí ecléctico destino y haciendo del mismo uno de los más completos de Europa.
